Tercera Revolución Industrial (1960-presente): También conocida como la Revolución Digital, este período vio la introducción de la electrónica, las computadoras y la tecnología de la información en la industria. Los controladores lógicos programables (PLC) y los sistemas de control distribuido (DCS) comenzaron a ser utilizados ampliamente, permitiendo una automatización más sofisticada y flexible.
Cuarta Revolución Industrial (Industria 4.0): La fase actual de la automatización se caracteriza por la integración de tecnologías avanzadas como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA), el big data y la robótica avanzada. Estos desarrollos permiten una conectividad y análisis de datos en tiempo real, facilitando la creación de fábricas inteligentes y procesos de producción altamente automatizados y optimizados.
A lo largo de estas etapas, la automatización industrial ha transformado profundamente la manera en que las empresas fabrican y distribuyen productos, contribuyendo a mejoras significativas en eficiencia, calidad y competitividad en el mercado global.